Partimos siempre de algún punto, de algún espacio, desde el que nos lanzamos a vivir. Se trata de un acto iniciático más o menos consciente, un ejercicio de voluntad, de decisión, de reafirmación de las ganas de reemprender la vida...
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Epigrama 13. Paradoja del silencio...
Imagina que sí se puede, puedes, las primeras palabras silenciadas...
qué camino elegir? el del habla o el del silencio? imagino que sí se puede, que el camino abierto en el(o por el?) bosque de la palabra, confluya en un punto de silencio.
Se nace sin palabras y se van adquiriendo a medida que crecemos. Las primeras palabras silenciadas... Empezar todo como si volviéramos a nacer. No nos preguntaron si podíamos y aquí estamos. Ahora sabemos que podemos volver a nacer una y mil veces, cada vez que caemos.
¡Cuánta inspiración! Un sendero silencioso, en donde no haya risas, ni música, ni pájaros, ni versos...me lo puedo imaginar, pero no me gusta, a no ser que, al final, esté la vida gritando con todas sus fuerzas.
Saludos a todos y un besito, Pilar, que abre su corazón al infinito.
Alice, Montse, grave y solemne es el inicio y silencio captáis en esta encrucijada de caminos. Nacer al principio y/o al final que ahí está la curva de la vida...
7 comentarios:
Inspirada por la entrada que acabo de leer de Clematis en el blog de Montse, en esta imagen veo un corazón que se abre al infinito.
Silencio compartido
Aún tiemblo ante esta imagen que dibujas
preso de esa emoción que mana libre...
Y un beso en tus palabras tan poéticas
qué camino elegir? el del habla o el del silencio?
imagino que sí se puede, que el camino abierto en el(o por el?) bosque de la palabra, confluya en un punto de silencio.
abrazo*
Un bosque de palabras es el mundo
entero, simultáneo, atrayente...
Y un beso en los senderos de palabras
Se nace sin palabras y se van adquiriendo a medida que crecemos. Las primeras palabras silenciadas... Empezar todo como si volviéramos a nacer. No nos preguntaron si podíamos y aquí estamos. Ahora sabemos que podemos volver a nacer una y mil veces, cada vez que caemos.
¡Cuánta inspiración!
Un sendero silencioso, en donde no haya risas, ni música, ni pájaros, ni versos...me lo puedo imaginar, pero no me gusta, a no ser que, al final, esté la vida gritando con todas sus fuerzas.
Saludos a todos y un besito, Pilar, que abre su corazón al infinito.
Alice, Montse, grave y solemne es
el inicio y silencio captáis
en esta encrucijada de caminos.
Nacer al principio y/o al final
que ahí está la curva de la vida...
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