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viernes, 24 de febrero de 2017

Episodio de un viaje (pentagrama)...

Resultado de imagen de viaje metro


Y pasa que llegó el carnaval
y el viejo invidente, con el joven,
el joven que es tan viejo y encegado,
se toman de la mano y se sonríen
(la risa y la sonrisa y su energía;
y esos ojos de AlbA tan brillantes...)
y la vida da un paso hasta adentro
del viaje encerrado en el vagón;

el niño que es un príncipe real
se ríe y se descubre como niño,
se troncha y desternilla y se deshace
en mariposas leves renaciendo
(y AlbA que lo mira, y reconoce,
su risa y su sonrisa y su energía;
y esos ojos de AlbA tan brillantes...)
que le hacen cosquillas sin descanso
y llora felizmente este desliz;

y AlbA se decide, y toma el mando
(tantos años de voces de mujeres
albaceas de vidas y esperanzas...);
y AlbA, decidida, da ese paso
(Alicia y Ofelia, también Luna,
y Elsa, también Elsa, que han dado a luz...)
diciendo mudamente tantas cosas,
aquello que se dice, y también
aquello que se deja por decir...
El viejo invidente y sin temor,
la mira y la admira quedamente
(y AlbA que ahora sabe, que ya llegan,
su risa y su sonrisa y su energía;
y sus ojos brillando, decidiendo...)

El príncipe se rinde  y comprende
que debe confiarse a su man_ejo
para sobrevivirse hasta su muerte...

(...Fin del pentagrama...)

Para leer la historia al completo
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lunes, 6 de febrero de 2017

Episodio de un viaje (parte cuatro)...


Cruzaron, traspasaron el umbral,
el trío improvisado que se vieron
en esa y una próxima estación:

La niña y la mujer correspondientes
que leen sin mirar una misiva;

este rey de bastos convencido
que aún no se ha encontrado en situación
de dudar, de tener dudas ni métodos;

Tiresias transmutándose, advirtiendo,
recibiendo y dando, dando y recibiendo...

Irrumpe la carroza en la estación:
se para y sus puertas se separan
invitándote a dar un paso al frente;

El rey ya exultante se demuestra:
la coge de la mano y no se inclina,
¡Qué gran aventura está viviendo!

AlbA se decide, y otra vez
(¡Oh vosotr@s que entráis...)
la Bestia chirriante se detiene;
(¡Oh vosotr@s que entráis...)
El viejo invidente sin temor,
los ojos bien abietos, mira y ve
que no hay nada que hacer, ya se ha intentado;
(¡Oh vosotr@s que entráis...)
El rey no entiende nada y se agarra
a las manos, los pies y las orejas;
y al placer de oír contar historias...

Y AlbA, decidida, da ese paso
(Alicia y Ofelia, también Luna...)
hablando mudamente tantas cosas,
aquello que se dice, y también
aquello que se deja por decir...

Las hojas de las puertas correderas
han ido a buscarse en su centro...
El viaje ha comenzado otra vez
y ya no hay vuelta atrás, solo un destello
que emite con su luz una partícula
que se transforma en onda sin parar:
presente con pasado y con futuro...


(continuará...)

Para leer la historia al completo
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lunes, 11 de octubre de 2010

Mujer muerta viviente en esta vida

Ofelia de John Everett Millais (1852)

¿Será tocar los labios para ti
eso que significa para mí?

Quise tocar los labios de la muerte,
los labios de tu muerte tan secreta,
los labios del secreto de tu muerte,
los labios de los sueños solamente.

Quise tocar tus labios de secretos
guardados en el cofre de tu cuerpo,
tus labios quizá muertos redivivos
tus labios que nacieron con tu muerte.

Quise saber si el sueño de mi luna,
mi luna de una noche de sirena,
sirena que se marcha mar adentro,
sirena que me brinda ese camino,
camino de los sueños en el mar
que parte del andar de una sirena,
era tu sueño y era el mismo sueño.

Quise saber si el sueño que vivía,
un sueño en un mar de noche 
negra ,
un sueño en un mar de plenilunio,
un sueño como un fósforo que alumbra,
un sueño como un fósforo encendido
en ráfagas de luz en tu figura,
en ráfagas de luz sobre tu cuerpo
traspasado en tu muerte por la luz,
era el sueño que tú también soñabas.

Quise, quise saber, ver el silencio
sin voz en la pregunta que aún me hago
sin voz en el aliento de tu muerte,
sin saber ni sabiendo último aliento
en tu cuerpo, en mi cuerpo, tan terrenos,
en tu cuerpo, en mi cuerpo, tan humanos,
en tu cuerpo, en mi cuerpo, sumergidos
en las aguas del mar que sabe a noche,
en las aguas del mar que sabe a luna,
en las aguas del mar que sabe a sueño,
en las aguas del mar que sabe a muerte,
el sueño de un secreto compartido,
el sueño de un secreto ritual,
el sueño del secreto de tu muerte,
el sueño del secreto de mi muerte,
el sueño del secreto de la vida...