Mostrando entradas con la etiqueta Klimt. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Klimt. Mostrar todas las entradas

miércoles, 25 de agosto de 2010

Flor de luz

Gustav Klimt: Friso de Beethoven, en la Secesión de Viena

Una niña desnuda de Klimt quedó hipnotizada por un reflejo de oro que tomó cuerpo como luz y que, partiendo desde la última pared longitudinal a la derecha, le tendió su mano. Por un instante dudó si tomarla: las fuerzas primigenias habían querido atenazarla e impedir que siguiera adelante. Aquellos dedos en flor de luz la invitaban ahora a perseguir de nuevo su ansia de felicidad.

De repente se descubrió a sí misma sorprendida por una imagen gigante de la Poesía... Un cúmulo de cavilaciones empezó a rondar por su corazón y su cabeza: ¿podría hallar en el cartel de aquella imagen sentimientos de amor, alegría, felicidad? El himno de la alegría de Beethoven resonaba en las cavidades de su cerebro y no cesaba de dibujar líneas en caracol en sus oídos. Ella se entregó y se fundió con la poesía, la música, la pintura, la escultura... y entonces supo que el amor podía estar a un paso del arte y decidió continuar.