Habrá que levar anclas y partir
que el mundo desespera de esperanza...
que el mundo desespera de esperanza...
Partimos siempre de algún punto, de algún espacio, desde el que nos lanzamos a vivir. Se trata de un acto iniciático más o menos consciente, un ejercicio de voluntad, de decisión, de reafirmación de las ganas de reemprender la vida...