¿Habrá algún otro mundo por ahí?...

En Gaya en la Globalia y en la Globia...

En dudas de Internet orbita el mundo,

el mundo que se mueve y esas máscaras

de aspecto intercambiable y mortecino

mezclando en el ensayo estos estadios,

mezclando en el ensayo estas etapas,

mezclando en el ensayo los papeles,

mezclando, entremezclando y remezclando

ensayo tras ensayo y excluyendo

ensayos de una nueva identidad:

identidad global antes dictada,

identidad global antes mestiza,
identidad global antes meteca,

identidad global sin atributos,

identidad global mundializada,

identidad global humanizada,

identidad global...

sabiéndose esa hijastra simultánea

de orígenes de homínidos diversos

que tienen que morir para vivir...

¡Que Gaya en la Globalia y en la Globia

desate esas catástrofes letales

latentes en el fénix y el dragón!

Exilio en los lenguajes...

http://www.alfredojaar.net/venezia2013-press/images/AJ-Press-13.jpg

Lenguajes en espejos de lenguajes,

lenguajes en imagen de lenguajes,

lenguajes en reflejos y en fractales,

fractales de lenguajes en reflejos...

Fractales de lenguajes...

que creen vericuetos laberínticos

que exploren los enlaces neurálgicos

de sinapsis de nuevo conectadas,

entre voces fugaces y eléctricas,

con sonidos-sentidos renovados,

con cerebros dialógico-esporádicos

capaces de pensar cosas distintas

de aquéllas que predican pensamientos

de realidades único-ortodoxas

sin otra alternativa que sí mismas

en contra de las mentes más mutantes

expulsadas sin paz por peligrosas.

¡Espacios del exilio en los lenguajes,

espacios sin espacio del exilio,

espacios del exilio en libertad!

En líquido en cerebro en espinal...

Azul que está girándose a sí mismo,
mareas que han llegado hasta este límite,
en vórtice en el centro en una rosa.
Un vórtice, una rosa, un dragón.

El verde, el amarillo, el movimiento,
en círculo, en onda, en espiral,
reflejos en fugaz naturaleza.
Las aguas y las tierras y el calor. 

El rojo del motor de este circuito,
en fuego y en la fragua de Vulcano,
un punto para apoyo y una huella.
Un rastro que es humano y demiúrgico.

Y el asiento sutil de la energía,
la voz que se ha salido del poema,
relieves que se escapan por los aires,
tejiendo vida a vueltas, trasmutándose.

Y el final de los puntos suspensivos

no era sino el comienzo de otra historia...

Las olas de las manos son continuas...

Que la diversidad desborde el mundo,

que arrastre los controles sin cuartel...

"Y al cabo nada os debo"...

La glosa de una acracia de imposibles

reengendre en lo que cuelgue en adelante...

Tras un cuarto de siglo: paradoja...

Me queda la cultura y la ética

de haber dado todo cuanto he sabido...