Salve, joven mujer, que abres el paso,
de pie vas desandando, inaugurando
la marcha ritual de los tambores,
la marcha de los cascos de caballos,
¡tronando con sentido Tabaler!
La Fuerza y la Belleza desandando,
la Fuerza y la Belleza desandante,
tirando adelante desde enfrente,
tirando adelante desde atrás,
tirando y arrastrando hasta delante.
Yo otra vez sintiéndome tu adlátere,
reconozco este nombre que te nombra,
el nombre que escogiste para ti:
Berta, de origen céltico y telúrico,
Berta, de nombre céltico y de luz,
Berta, de nombre cuántico y claro,
Berta de inteligencia bien preclara,
Berta, que mueves ondas e iluminas
los mundos que así vemos y vivimos...
El gesto sobre el podio que yo he visto,
el grito colectivo y alargado,
la fuerza concentrada y extendida,
el gesto, grito y fuerza condensados,
¡la imagen de mujer hacia el futuro!
Dedicado a mi joven hija Berta y a Berta Cáceres...
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