jueves, 25 de junio de 2009

Esas pobres palabras porque empieces...

El mundo no es humano por el simple hecho de estar hecho por humanos, y no se vuelve humano por el simple hecho de que la voz humana resuene en él, sino sólo cuando se ha convertido en objeto del discurso [...] Sólo humanizamos lo que está sucediendo en el mundo y en nosotros cuando hablamos de ello, y al hablar aprendemos a ser humanos.

Hannah Arendt (1968): Hombres en tiempos de oscuridad. Trad. Claudia Ferrari. Barcelona, Gedisa, 1990. (Men in Dark Times)

1 comentario:

М∆RI∆И dijo...

A esta humanidad que se alcanza en el discurso de la amistad, los griegos la llamaban filantropía, “amor al hombre”, ya que manifiesta en sí misma la disposición de compartir el mundo con otros hombres”.

Hannah Arendt