miércoles, 7 de octubre de 2009

Cantes para escuchar



Aunque en el principio fue cante para bailar, en la actualidad muchas de sus variantes son cantes para escuchar. Los temas suelen ser de carácter sentencioso, algunos con importante carga político-social o de tema amoroso. Se puede cantar acompañado con instrumentos o “a palo seco”, es decir, golpeando en una mesa con el puño cerrado para el primer tiempo y abriendo los dedos progresiva y rítmicamente para los otros dos.

La pluralidad de fandangos es inmensa aunque podrían sintetizarse en tres grupos:

a) Fandangos regionales (de Huelva, de Lucena, de Málaga...).

b) Fandangos personales o de creación propia (de El Gloria, de Pérez de Guzmán, de Vallejo, de Cepero...).

c) Por derivación nacen las malagueñas, rondeñas, granaínas y murcianas.

Algunos de los primeros intérpretes fueron El Niño de Cabra, Rafael Pareja, Pérez de Guzmán, El Gloria, etc., pero es Pepe Marchena quien aleja el fandango de los moldes clásicos regionales y lo populariza por completo. Manolo Caracol sigue otra línea, también personalista, pero llena de sentimiento y de jondura gitana. Las coplas son de cuatro o cinco versos octosílabos, que en ocasiones se convierten en seis por repetición de alguno de ellos.

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