domingo, 26 de septiembre de 2010

Mujer Gea hablándole a su hijo

Las esferas terrestres. 
Un modelo de planeta que debe ser revisado.
Magda Lopez Such
biocenosis@terra.es
http://www.astrosafor.net/Huygens/2004/50/Planetologia.htm



A Maurici, y a Catalina

Aquella mujer llegada a esta ciudad huyendo de una guerra

a cuestas con su hijo
llevaba en su lengua el lenguaje popular,
las canciones de nana que lo habían dormido,
los juegos de falda que le habían hecho sentir
el gozo del ritmo del lenguaje,
las palabras reinventadas en los juegos de palabras...
y la sabiduría de la urdidumbre del tiempo convivido y ancestral.
Aquella mujer.
Aquella mujer que hoy entrebusca en el bosque

inextricable del lenguaje
qué decir, qué decirle a su hijo sobre
esta parte de desmande del mundo, sobre
esta atonía atónito mental, sobre
este olvido inexcusable del dolor de algún otro...
Aquella mujer.
Aquella mujer que hoy es esta mujer con su hijo,
esta mujer.
Esta mujer que ha buscado y descubierto
el significado de los nombres y pronombres personales,
el significado de los nombres antiguos de las plantas,
el significado guardado en las semillas y en las flores,
el significado que germina, que se expande y que crece
y que da luz dando a luz
al hombre oscuro del desierto
que ha encontrado su luz interior.
Esta mujer.
Esta mujer con su hijo, y los juegos
y las canciones y las palabras
y los pensamientos compartidos
y los besos y caricias
y las miradas que se cruzan y entrecruzan
y las miradas que se quedan y sustentan 
quedamente apoyadas una en otra.
Esta mujer que sabe que lo que dice
puede ser o no ser verdad
pero se arriesga y dice
dice y se lo dice a su hijo
con una voz que le viene de muy lejos:
quisiera que quisieras vivir vivir
sin que sea preciso pedir perdón
tomando creando de este mundo
el mundo que quieres quisieras vivir.
Tú eres el mundo, y yo ¡te quiero tanto!

2 comentarios:

Ofelia Gasque Andrés dijo...

Un abrazo luminoso*

silvia zappia dijo...

un abrazo, reinventando el mundo

besos >*<